En el Realismo burgués o poético, los autores evitaron los grandes problemas sociales y políticos
y se centraron en su patria chica, con sus paisajes y sus personajes. en el
centro de todas las novelas, obras de teatro y poemas está el individuo. Una
característica estilística de muchas de sus obras es el humor, que consigue una
distancia de la insoportable y horrible realidad. Dirige sin embargo su
denuncia hacia el error singular y las debilidades de la sociedad, y no hacia
el sistema en sí.
El género preferido era
inicialmente la novela corta. Ejemplos son Das Amulett («El amuleto») del suizo Conrad
Ferdinand Meyer (1825–1898) y Der Schimmelreiter («El jinete del caballo
blanco») de Theodor Storm (1817–1888). En el teatro permanece en el recuerdo Friedrich Hebbel(1813–1863) (con Maria Magdalena). Más tarde, además de la novela corta, apareció la
novela, en la que se puede mencionar a Gustav
Freytag (1816–1895) y Wilhelm Raabe (1831–1910).
Los autores más
importantes de esta corriente son el suizo Gottfried Keller (1819–1890), que tuvo un importante intercambio epistolar con Theodor
Storm, y Theodor Fontane (1819–1898). Keller escribió el Bildungsroman Der grüne Heinrich («Heinrich el verde»),
además del ciclo de novelas cortas Züricher Novellen («Novelas cortas de Zúrich») y Die Leute von Seldwyla («La gente de Seldwyla»), al que pertenece «Romeo und Julia auf dem
Dorfe» («Romeo y Julieta en el pueblo»). Fontane, que había empezado como
periodista, escribió novelas comoFrau Jenny Treibel o Effi Briest. Amplió su punto de
vista cada vez más, desde una figura central hasta la novela social.
En Austria se encuentran
temas rurales en Marie
von Ebner-Eschenbach (1830–1916), Ludwig
Anzengruber (1839–1889) y, ya a
finales del movimiento, Peter Rosegger (1843–1918).
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