El comienzo del Clasicismo
de Weimar se coloca a menudo en
1786, coincidiendo con el viaje a Italia de Goethe. Característica es su
estrecha colaboración con Friedrich
Schiller, que murió en 1805 en Weimar. Ambos autores, tras la
fase del Sturm und Drang, se orientaron hacia
ideales humanistas, en parte bajo el
empleo clasicista de temas y modelos antiguos.
La obra de teatro Ifigenia en Táuride de Goethe trataba la superación de prejuicios y con ello resulta un ejemplo
para el ideal humanista clasicista. Su obra más importante es la tragedia Fausto (1808), al que siguió una segunda parte, Fausto II, en 1832. La obra de Goethe es muy amplia y su última fase no se suele
incluir en el Clasicismo.
El segundo gran autor
del Clasicismo de Weimar fue Friedrich
Schiller. Escribió obras teóricas (Über naive und sentimentalische
Dichtung, «Sobre la poesía inocente y sentimental»). También trató
cuestiones filosóficas en la lírica (como en su «Spaziergang», «Paseo»).
Schiller escribió innumerables baladas (Die Bürgschaft, «La garatía/El aval») y una serie de dramas
históricos (Wallenstein)
Otros autores que
ocasionalmente son incluidos en el Clasicismo son Karl Philipp Moritz (1757–1793), considerado un precursor, yFriedrich
Hölderlin (1770–1843), que ya
muestra una tendencia hacia el Romanticismo. La novela Anton Reiser de Moritz, de tintes
autobiográficos, es considerada la primera novela
psicológica en lengua alemana.
En un sentido más laxo, se
pueden incluir en el Clasicismo a Jean
Paul (1763–1825), que escribió sobre todo novela satírica, y Heinrich von Kleist (1777–1811), cuyo tema a
menudo es el individuo que brega con las obligaciones sociales o que se quiebra
en ella, como en la novela Michael Kohlhaas
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