martes, 12 de noviembre de 2013

Nacionalsocialismo y exilio

El 30 de enero de 1933 se entregó el poder del Reich Alemán a los nacionalsocialistas. Ese mismo año hubo quemas públicas de libros. Literatura independiente y crítica literaria dejó de ser posible. Lo mismo ocurrió en Austria tras la anexión en 1938; también allí fueron quemados libros. El Régimen fomentó una literatura llamada de sangre y tierra, Blut- und Boden, a cuyo lado sobrevivía una literatura más o menos sin ideología dedicada al entretenimiento. Los opositores destacados al Régimen estaban amenazados de muerte si no iban al exilio; así fueron asesinados Jakob van Hoddis y Carl von Ossietzky. Algunos autores permanecieron en el país, aunque fueran opositores a los nazis, formando parte de la llamada Innere Emigration, la «emigración interna». Fueron condenados al silencio y escribieron para el archivo personal o sobre temas apolíticos, pero la distinción con los autores específicamente apolíticos es a menudo difícil. Nombres conocidos que se quedaron en el país fueron Gottfried Benn, Ernst Jünger, Erich Kästner, Ehm Welk,Gerhart Hauptmann, Heimito von Doderer, Wolfgang Koeppen, Josef Weinheber, Mirko Jelusich, Franz Koch y Robert Hohlbaum. Además, los siguientes miembros de la Dichterakademie: Will Vesper, Börries Freiherr von Münchhausen, Hans Grimm, Erwin Guido Kolbenheyer, Wilhelm Schäfer, Werner Beumelburg, Hans Friedrich Blunck, Agnes Miegel, Hanns Johst, Emil Strauß, así como Rudolf G. Binding.
1500 autores conocidos por su nombre se exiliaron, a menudo por caminos tortuosos; muchos se suicidaron (Stefan Zweig, Kurt Tucholsky). Centros de la Exilliteratur, la literatura del exilio, surgieron en muchos países del mundo, entre otros, también en Suiza, que fue especialmente importante para autores de teatro. En vista de la cantidad de autores, casi todos aquellos con un cierto renombre se exiliaron, a penas se puede hablar de una literatura temática o estilísticamente unificada en el exilio. Autores que se mantuvieron productivos en el exilio fueron entre otros Thomas y Heinrich Mann, Bertolt Brecht, Anna Seghers, Franz Werfel y Hermann Broch. Otros, como Alfred Döblin, Heinrich Eduard Jacob y Joseph Roth, no se adaptaron.

Tras la Guerra, muchos autores permanecieron en el extranjero, algunos volvieron. Después de su huida de Viena a Londres tras el Anschluss, Elias Canetti consiguió el Premio Nobel de Literatura como ciudadano británico. Es de señalar que muchos ya no pudieron enlazar con sus éxitos de antes de la Guerra y el exilio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario